Interés y la motivación

PRINCIPIOS PARA AYUDAR...ME A ESTUDIAR


Quizá se pueda estudiar sin motivo, pero es poco probable que se pueda aprender sin ninguna motivación.

No podemos fabricar a voluntad el interés y la motivación, ni en nosotros mismos ni en los demás.

Lo que sí podemos hacer es, cuando se produce un descenso de la motivación y el interés espontáneos, es decir, cuando advertimos que decididamente no nos gusta una materia, cambiar el enfoque, replanteándonos la motivación no en términos de forzamiento, obligación o deber, sino alentándonos o motivándonos a través de objetivos intermedios o finales.

Así, el tema o materia determinada que definitivamente no nos motiva, puede ser dominado poniendo la mente en la utilidad, sentido o relación que tiene ese tema o materia con otros objetivos generales que tenemos al estudiar:
  • Como base para otros conocimientos futuros.
  • Para desarrollar nuestra mente
  • Para descubrir claramente nuestra vocación
  • Para enriquecer nuestra personalidad
  • Para incrementar nuestra libertad para decidir en la vida
  • Para colaborar con las metas de la familia y de la sociedad en que vivimos
  • Para imitar los modelos que admiramos
  • Para satisfacer nuestras necesidades presentes
  • Para satisfacer nuestras necesidades futuras

Estudiar poniendo la mente en algunos de estos objetivos es aprender a actuar sin motivación real inmediata, en ciertos momentos, pero con una motivación mediata o final, con la vista puesta en un resultado deseable para nosotros. Esto es lo que hacen los atletas, que toleran entrenamientos aburridos o dolorosos a veces, con el firme deseo de superar sus marcas.

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