Parte de esa adquisición de conocimientos se produce por la lectura de distintos materiales, pero otra parte la recibes directamente de un/a profesor/a, él/ella te comunica no sólo datos, ideas, informaciones, sino que puede transmitirte o despertarte distintas sensaciones, emociones y sentimientos que pueden favorecer o perjudicar tu aprendizaje.
Es muy importante que aprendas a ser consciente de lo que experimentas frente a los profesores: sea esto simpatía, antipatía, agrado, desagrado, entusiasmo, aburrimiento, motivación, etc. Esta consciencia te permitirá manejar distintas circunstancias vinculadas al aprendizaje, en estos aspectos:
- Que aproveches si se da una buena relación con tus profesores, lo cual estimula tu aprendizaje y favorece tu participación en clase y la percepción que tengan de tu desempeño en los estudios.
- Que aprendas a neutralizar una mala relación con los profesores, para que ella no te desmotive o te quite el entusiasmo por aprender.
- Que no confundas una mala (o nula) relación con los profesores, con tu interés o necesidad de aprendizaje de las materias que ellos dictan, sabiendo discriminar ambas cosas para que la confusión entre ambas no te perjudiquen en el estudio y aprendizaje.
- Que la consciencia de que no tienes una buena relación con los profesores te motive a buscar todos los medios para revertir esa situación, recordando finalmente que son esos mismos profesores quienes te podrán ayudar para aprender mejor, y quienes terminarán evaluando tu aprendizaje, tarea en la que sin ninguna duda, además de priorizar los elementos puramente académicos, influyen también las percepciones subjetivas sobre esfuerzos, voluntad e interés de cada alumno en la materia que se dicta.
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