Relación Padres-Estudio

‘¡QUÉ AYUDA SABER QUE NO ESTOY SOLO!...’


Es muy importante que aprendas a aceptar con naturalidad el apoyo que representan otras personas (en primer lugar los padres) para alcanzar determinadas metas, a detectar si necesitas ayuda, y a aceptar sin reservas esa ayuda si tienes la suerte de contar con ella.

Es un hecho comprobado que los estudiantes que más necesitan ayuda suelen ser los menos dispuestos a pedirla, quizá por vergüenza o por tener la sensación de que ellos ‘deberían’ saber qué hacer y pedir socorro los pondrá en evidencia. Otros creen que el asesoramiento les será de escasa utilidad.

IDENTIFICAR LAS FUENTES DE AYUDA

Las fuentes de ayuda para los problemas de los estudiantes son prácticamente ilimitadas, pero la mayoría recurre a personas, libros o cursos especiales.

Supongamos que tu problema consiste en que siempre entregas tarde tus trabajos. Quizá puedas hablar con tus padres para enterarte de cómo programan ellos su tiempo para cumplir con todas sus obligaciones, o, si ellos también tienen problemas al respecto, investigar cómo se pueden superar. O puedes tomar un curso de técnicas de estudio donde se incluya este tema.

Consejeros, maestros, familiares y amigos pueden en muchos casos dar a los estudiantes la ayuda que necesitan, o pueden derivarlos hacia otras fuentes.

Recuerda que lo primero que te conviene hacer apenas detectas una limitación o carencia en el estudio, es admitir, sin sentirte menoscabado y sin incomodidad personal, que necesitas ayuda. Luego podrás evaluar la clase de ayuda que necesitas, identificar una fuente apropiada y efectuar el pedido específico.

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